sábado, 27 de junio de 2009

'Overbooking' en el Templo de San Ildefonso.

La misa flamenca, que a la postre fue posible por el apoyo de Caja España, llenó por completo la arciprestal de San Pedro y San Ildefonso.

Convocar a una gran concurrencia en torno a un acto no es fácil. Qué muchos de los convocados se queden fuera por falta de espacio, obliga a pedir disculpas. Hacer la convocatoria y mantener su presencia durante más de una hora, es meritorio, máxime si muchos de los presentes se dieron cita en el lugar otra hora antes “para reservar sitio”. Y conseguir que ese nutrido número de convocados se pongan en pie y prolonguen su gratitud durante un minuto y cuarenta segundos, se llama éxito rotundo.
Eso es lo que consiguieron el pasado viernes D. Benito Peláez, como oficiante, Alfonso Salmerón como cantaor flamenco y Juan Antonio Muñoz como guitarrista. La tradicional misa flamenca sigue su línea ascendente produciendo esa suprema catarsis entre lo bajamente humano y lo altamente divino.
Los artistas improvisan de manera magistral el inicio litúrgico, a partir de una pequeña hebra sugerida por el párroco. No fue la última vez. La malagueña del Mellizo suena majestuosa y nos advierte de lo que nos espera. La agradable sorpresa. La entrañable sorpresa. La clara manifestación de homenaje al Maestro de los Alcores: toda su misa flamenca. Una vez más Zamora está en su sitio y esta es una muestra de nuestra adhesión al centenario de Antonio Mairena. Los romances aprendidos de su familiar entorno en la más tierna infancia, resuenan pletóricos en la voz de Salmerón. Petenera de Medina el Viejo recreada y engrandecida por la Niña de los Peines. Soleares de Alcalá y Triana. Toná chica con grandiosa y monumental toná grande. El momento supremo de la consagración, es resaltado por seguiriyas de Jerez, y más concretamente de Diego El Marrurro. Llega un momento inolvidable en la misa de este año, Juan Antonio filigraneando con su guitarra, con esa particular postura jonda en la que el mástil apunta hacia arriba y la cabeza hacia abajo con ligera inclinación hacia la izquierda, postura cada vez menos habitual en los tocaores actuales. El pontano rellenaba el amplio espacio del templo mientras los concurrentes recibían la eucaristía. Incluso en este particular momento, la tensión era tan alta que la concurrencia deseaba liberarla. Había que esperar. “Llevad la paz al mundo…”. La segunda y última creación propuesta por D. Benito, constituyó tal vez la mejor improvisación de los entregados artistas. …Y se trataba de una letrita por bulerías. Aplausos, y más aplausos con todo el público de pie. Los artistas saludando y apuntando a quien en definitiva es la sustancia de estos pórticos del gran Festival de San Pedro: El párroco Don Benito Peláez.

Félix R. Lozano.

XXXIX FESTIVAL FLAMENCO DE SAN PEDRO

El brillo propio de la edición de este año y la feliz conclusión de CALÉ' 2009. Por Félix R. Lozano.

La cita es a las diez y media de la noche de hoy sábado en la Plaza de María Auxiliadora (Universidad Laboral).
Al mal tiempo de la crisis buena cara de la solvencia. Los acertados oficios de la Peña Flamenca con su presidente Eduardo Abril a la cabeza, hacen que se pueda proclamar a los cuatro vientos que el de este año se encuentra entre uno de los mejores Festivales de Flamenco planificados en su largo recorrido de treinta y nueve años de vida.
Cierto es, que para proporcionarle más lustre al cartel se ha logrado contar con la generosa apuesta de la Consejería de Cultura de la Junta, que a través de su directora general Luisa Herrero, ha desplazado del II Festival Flamenco de Castilla y León, Calé 09, al artista de más alto caché, El Cabrero .
Del plantel de artistas, todos pueden ser destacables. Guitarristas, cantaores, baile,….hasta los palmeros. Pero vayamos por partes.
Ya ha llovido desde que pude darme cuenta de las facultades cantaoras de José Domínguez Muñoz, El Cabrero. Fue en el aula Juan del Enzina de la Universidad de Salamanca. Eran los primeros meses de la Transición, en ese momento José de Aznalcóllar era cantaor de la mítica Cuadra de Sevilla, y la obra representada la histórica Quejío. A partir de entonces El Cabrero, que sigue ejerciendo roles ganaderos, con su cuidada figura, sus letras con mensaje, su excelente voz y su profundo conocimiento del cante, se ha situado en el primer plano de las citas flamencas más importantes. Hace una década que no visita Zamora y veintitrés años el Festival. Para esta ocasión dispondrá de un guitarrista de plenas garantías, Rafael Rodríguez.
María Vargas, junto a Curro Malena, constituye una de los escasísimos representantes, en plenitud de facultades, que nos quedan de la gloriosa segunda Edad de Oro del cante flamenco. Ella ha sido, y sigue siendo, garantía de éxito en las grandes citas del universal arte. De extraordinarios registros sonoros y cabal conocimiento del flamenco jerezano y de los Puertos es referencia obligada para degustar lo jondo como fue, es y va a seguir siendo. El Tuerto de la Peña, Perico Frascola, Las Mirris o Tío José El Granaino resuenan aún hoy con frescura sanluqueña en los metales de esta pura sangre del excelso arte flamenco. El genuino y creativo toque de Jerez se engrandece hasta hacerse enorme en la guitarra de José María Molero cuando acompaña a María.
Nos acabamos de referir a Curro Malena al hablar de María Vargas, colocando a ambos en ese sin par cuadro de honor de artistas aventajados en la susodicha segunda Edad de Oro, que lejos de perder su brillo lo han sabido traer hasta nosotros. Curro ejecuta la práctica totalidad de los cantes y a todos le imprime su peculiar, magistral y flamenco eco gitano. Sangre de su sangre, Antonio Malena, quien mejor conoce al padre, sacará de éste lo mejor de si mismo.
El hijo de Pies de Plomo y de la Tomasa. Ha recibido cual crisol de esencias flamencas, la larga y dilatada experiencia de su padre en las recónditas y fecundas noches de La Alameda de Hércules junto a la carga genética de su madre Torre por Soto. O lo que es lo mismo José de la Tomasa es nieto de Pepe Torre y sobrino nieto del legendario Manuel Torre. Su cante es un fiel alegato de los eternos y musicales ecos de la Alameda con buenos aderezos de Triana. Manolo Franco será el guitarrista que llevará en volandas al sevillano.
Hablar del Guito en escasas líneas es harto difícil. Más bien dificilísimo resumir tan espaciosa biografía de quien ya figura en la historia del baile flamenco y de de la danza española con letras de oro. Eduardo Serrano encarna mejor que nadie la conexión retroalimentada del flamenco con el baile español. Nos imparte cátedra sobre el escenario explicándonos como el baile flamenco proviene de la nebulosa madre de la danza patria para a su vez darle a esta, con creces, los correspondientes dividendos raciales. El Guito es la expresividad de las formas en estado puro. El artístico movimiento que nos mete de lleno en el embeleso emocional. Hay otro bailaor, que siendo muy diferente está ahí, en la misma línea divisoria entre lo sublime y lo baladí, se llama Toni El Pelao, y lo disfrutamos, y lo seguimos disfrutando con el recuerdo, en el pasado Festival Flamenco de Morales del Vino, precisamente la señalada y próxima cita flamenca.

Félix Rodríguez Lozano. Vicepresidente de la Peña Flamenca 'Amigos del Cante'. Zamora.2009.